pub-6767527115832679 Mecanismo de defensa.

Mecanismo de defensa.

Mecanismo de defensa. 

Los Mecanismos de Defensa que todos/as

utilizamos como estrategias psicológicas inconscientes para mantener nuestro equilibrio interior. 


 1. ¿QUÉ SON LOS MECANISMOS DE DEFENSA?

Son las estrategias psicológicas, principalmente inconscientes y automáticas, que utilizamos para hacer frente a situaciones, pensamientos y emociones que nos generarían ansiedad, miedo, estrés, inseguridad, frustración, vergüenza, ira… Es decir, son escudos protectores ante aquello que percibimos como doloroso o amenazante/peligroso, de esta manera se produce un re-equilibrio y balance interior. Disminuye nuestro malestar y aumenta nuestra sensación de seguridad y utilidad.


Las personas utilizamos estos mecanismos ante emociones y pensamientos que nos generan angustia, dolor o cualquier tipo de herida en nuestra autoimagen o autoestima. No somos conscientes de que estas estrategias están funcionando para que podamos seguir con nuestra vida diaria.



Las funciones de los mecanismos de defensa son:


Recuperar el equilibrio de nuestras realidades externas e internas.

Facilitar la adaptación, socialización y el contacto con la realidad.

Proteger el equilibrio emocional.

Permitir el desarrollo de la personalida

Los mecanismos de defensa fueron propuestos desde la teoría psicoanalítica y la clasificación que verás continuación fue realizada por Anna Freud, psicoanalista austriaca que se centró en la investigación y estudio de la psicología infantil y fundó el Instituto Psicoanalítico de Viena.


2. LOS 9 MECANISMOS DE DEFENSA


2.1. REPRESIÓN

Este mecanismo de defensa es fundamental, permite el entendimiento de los demás y suele actuar unido a otros.


Consiste en el rechazo de experiencias, pensamientos, deseos e impulsos que consideramos vergonzosos, dolorosos o inaceptables. Y por tanto nos pueden generar temor, angustia, incertidumbre, duda, inseguridad…


Todo aquello que reprimimos se sigue manifestando en forma de síntomas o desde otras vías como sueños, fantasías, lapsus, fallos, exageraciones, conductas excesivas, dificultades relacionales…


El mantenimiento de la represión genera un continuo gasto de energía psíquica y empobrece nuestra vida. Por lo que puede ser más positivo la aceptación y el re-pensar de aquello que sucede en nuestro interior.  


Ahora te cuento algunas de las cosas que hace este mecanismo de defensa:


Realiza una vigilancia interna para dejar fuera de la conciencia pensamientos y sentimientos que puede “perjudicar” o cuestionar la opinión que tenemos de nosotros/as mismos/as.

Genera una resistencia a deseos inaceptables a través de las aspiraciones y exigencias éticas.

Expulsa de la conciencia deseos, experiencias, pensamientos o demandas que pueden causar malestar.

Aprisiona, oculta y censura, en nuestro inconsciente, recuerdos, emociones, deseos…

Rechaza todo aquello que es reprobable (no permitido, vergonzoso, “prohibido”…) por el yo, la familia, la sociedad y la cultura.




2.2. NEGACIÓN

Negarse a reconocer una situación, emoción, recuerdo doloroso o amenazante. Es decir, negarse a creer que un suceso ha tenido lugar porque la persona se siente incapaz de afrontar lo vivido.


Ejemplos:


Una madre que pierde a su hijo y actúa como si siguiera vivo.

Una persona adicta que se niega a reconocer que tiene un problema.

Con este mecanismo defensa encontramos este tipo de acciones:


Afirmar ideas contrarias a lo que sentimos. Es decir, rechazamos nuestras emociones (como el odio, la ira…).

Evasión de la realidad escondiendo la cabeza como un avestruz. Por ejemplo, olvidando hechos, datos e información. Diciendo también que eso jamás lo hemos dicho o que nunca nos pasó.

Autoprotección de realidades traumáticas o desagradables y de aspectos dolorosos de nuestra vida como si no hubieran ocurrido.

Negación del miedo a través de un uso fantasioso de nuestras capacidades.

Reacción o respuesta defensiva ante la información mediante la crítica, manipulación o tergiversar de los datos.

Auto-convencimiento de que lo deseado no merece la pena, que realmente no tiene valor para nosotros/as. Nos da igual.


2.3. PROYECCIÓN


Atribuir a las personas nuestros propios sentimientos, pensamientos, impulsos y deseos inconfesables e inaceptables para uno mismo. De esta manera evitamos la frustración personal. Por ejemplo, culpamos a los demás de nuestros errores, conflictos internos, intenciones, afectos y decisiones tomadas.


Este mecanismo de defensa genera:


Una percepción alterada de la realidad.

Reacciones agresivas, criticas excesivas, culpabilizaciones…

Resistencia a reconocer nuestra responsabilidad.

Culpabilizar a los demás de los aspectos que negamos o rechazamos de nosotros/as mismos.


Liberación de nuestra culpa.

Sentimientos de persecución de lo que rechazamos y negamos.

Poner fuera lo que consideramos “malo”, “indeseable”, “prohibido”…

Seguro que te has visto alguna vez diciendo: los/as demás me provocan, es culpa de mi jefe (inserta aquí la persona o situación que quieras), el mundo está contra mí, yo no he hecho nada has sido tú… Aquí está actuando este mecanismo de defensa.



2.4. IDENTIFICACIÓN


Adoptar las características de alguien a quien damos cualidades ideales para aliviar nuestras frustraciones internas o evitar sentirnos incompetentes. Por ejemplo, podemos imitar la forma de vestir de un actor, la manera de hablar de una deportista, también podemos reapropiarnos de los valores e ideales de una institución, club, partido político, fundación, religión…


Se trata de una imitación inconsciente para aumentar nuestra sensación de valor a través de la identificación de personas importantes o instituciones con buena reputación.


poder resiliencia


Este mecanismo de defensa genera:


Identificaciones con profesiones, titulaciones, personas y organizaciones influyentes para compensar nuestros sentimientos de inferioridad.

Aceptar y adoptar la opinión de otra persona y también su conducta porque nos sentimos inferiores o no queremos enfrentarnos a ella.

Adoptar e imitar aquellas conductas y actitudes que hemos visto en nuestros padres.

Identificarnos con un ideal que poco tiene que ver con nosotros/as en realidad, para así compensar nuestra poca autoestima. Generaremos entonces una imagen falsa de uno mismo.

2.5. REGRESIÓN


Ante una situación dolorosa o una dificultad que creemos que nos supera, adoptamos una conducta infantil. Es decir, regresamos a etapas infantiles de nuestra vida para buscar alguna figura adulta que responda como nuestros padres o cuidadores.


Cuando nos encontramos ante una fuerte presión, retrocedemos como un intento de solucionar lo que sucede a través de conductas infantiles. De esta manera intentamos evadir nuestra realidad conflictiva y buscar seguridad en antiguas conductas, experiencias y satisfacciones infantiles.


Algunos ejemplos:


Ante una situación estresante una persona se pone a llorar desconsoladamente para evitar hacerse cargo de la situación y con la esperanza que otro se encargue.

Otro ejemplo puede ser chuparse un dedo o beber/fumar compulsivamente para buscar satisfacer la necesidad oral (que es una etapa del desarrollo psicosexual).

Personas que ante algo que no les gusta o que no sucede como quieren entran en un berrinche o rabieta. Buscando una antigua protección paternal o maternal para no responsabilizarse.



Este mecanismo de defensa pueda llegar a generar una incapacidad para adaptarse a los cambios, a las circunstancias vitales y a la vida adulta.



2.6. FORMACIÓN REACTIVA

Expresar ideas y emociones opuestas a nuestras creencias, valores y sentimientos con la finalidad de evitar angustia o dolor. Es decir, la persona realiza comportamientos contrarios a sus deseos.


Algunos ejemplos:


Siento odio hacia algo o alguien pero expreso alabanzas.

Siento agresividad / ira pero actúo de manera pasiva.


2.7. DESPLAZAMIENTO

Se trata en llevar a cabo una sustitución. Es decir, transferir impulsos, deseos, sentimientos y emociones que tengo hacia un objeto (puede ser algo o alguien) a otro objeto sustitutivo que no me resulta amenazante. Así, reduzco mi ansiedad y estrés ante el objeto original.


Ejemplos:


Siento odio, frustración o asco hacia un/a jefe/a (inserta aquí la persona que quieras) y descargo mi agresividad con mi pareja/familiar/amistad.

Ante sentimientos de frustración y dolor golpeamos un saco de arena, un cojín o podemos entrar en pelea con alguien.

Desplazamos emociones de temor, agresividad, odio, amor… hacia representaciones sustantivas que no son una amenaza.


2.8. SUBLIMACIÓN

Transformación de deseos inconfesables, agresivos y/o prohibidos en intereses y actividades socialmente aceptadas. Es decir, te hablo de reorientar los sentimientos que reprimimos hacia actividades o canales donde buscamos el reconocimiento social.


Algunos ejemplos:


Sublimamos un sentimiento que consideramos inaceptable a través de la creación artística. Transformamos la energía de ese sentimiento en una actividad creativa como la pintura, escultura, literatura…

Ante una sexualidad frustrada o dificultades de pareja realizamos actividades sustitutivas como ponernos arreglar el motor de un coche, hacer un puzle de 3000 piezas o participa en actividades solidarias.



Ante curiosidades y deseos de explorar aquello que es tachable y cuestionado por la sociedad lo sublimamos a través de un afán de saber.

Ante la dominación o represión de afectos y deseos ponemos nuestra energía en metas intelectuales, académicas, científicas, sociales, religiosas…

Siento que he sido desvalorado/a o tratado/a injustamente por un profesor y me hago presidente/a de una asociación de estudiante para criticar y combatir las injusticias del sistema educativo.

Podemos decir que ante un impulso que consideramos potencialmente peligroso / agresivo / inaceptable… lo transformamos en una conducta aceptada socialmente. ¿Cómo lo ves?


La sublimación es en parte responsable de los avances científicos, la conquista de derechos sociales, el progreso de la humanidad, de las obras de arte…


2.9. RACIONALIZACIÓN

Utilizamos argumentos que entendemos como “lógicos” y “racionales” para explicar conflictos, fracasos, errores y de esta manera intentamos liberarnos de nuestra responsabilidad o de la angustia / sufrimiento que nos supone una determinada situación.


Justificación de una conducta o sentimiento inaceptable a través de razones falsas, pero creíbles. Es decir, buscamos o inventamos justificaciones incorrectas para tranquilizarnos ante nuestros deseos y conductas, para así no cuestionar las motivaciones que nos han llevado a ello.


Aquí tienes algunos ejemplos:


Personas que justifican la violencia con estudios científicos donde se demuestra que el ser humano es violento.

Actualmente utilizamos los modelos de salud para justificar nuestros prejuicios hacia personas que no cumplen la “norma”. Por ejemplo, mi prejuicio hacia la gordura lo justifico a través de preocupación por la salud.

Un hombre que es rechazado por una mujer y dice que realmente no merecía la pena porque era…

Mi fracaso es culpa del jefe que no me indicó correctamente lo que tenía que hacer.

Reducimos la ansiedad al encontrar explicaciones o excusas para justificar una realidad que no aceptamos.



Lo mecanismo de defensa


Los utilizamos a lo largo de nuestra vida como una descarga natural de tensión, pero pueden convertirse en patológicos cuando no solucionan el problema, se repiten de manera abusiva y rígida… dando lugar a:


Obstaculización y bloqueo de nuestro potencial y recursos internos.

Conductas de agresividad y sadismo.

Ambivalencia.

Angustia, dependencias y suicidio.

Generación de fobias, obsesiones y delirios.



 

Hasta aquí llegamos con   Los Mecanismos de Defensa deseo que te sirva para reflexionar. Estoy segura que enriquecerán tu vida y te permitirán observarte a ti mismo y a tu alrededor desde una visión más amplia y clara.


Existen más mecanismos de defensa, te animo a que los conozcas y los investigues. ¡Nos vemos!





Publicar un comentario

0 Comentarios