pub-6767527115832679 Termómetro de las Emociones

Termómetro de las Emociones

 

¿Qué es un Termómetro de las Emociones?

Un termómetro de las emociones (o termómetro emocional) es una escala visual que gradúa la intensidad de las emociones apoyándose en imágenes, dibujos, fotografías o «emoticones».

¿Para Qué se Utiliza un Termómetro de las Emociones?

Estas herramientas visuales ayudan de forma sencilla a los niños para poder:

  • identificar, etiquetar y expresar emociones
  • graduar el nivel de intensidad de las emociones

¿Quién se puede beneficiar del uso de un termometro de las emociones?

Los apoyos visuales que proporciona este tipo de herramientas pueden ser una gran ayuda para cualquier niño. Pero son un apoyo imprescindible cuando trabajamos el reconocimiento de las emociones con niños con alguna de las siguientes características:

  • no pueden comunicarse verbalmente (como es el caso de muchos niños con trastornos del espectro autista)
  • tienen dificultades para identificar sus propios emociones o las de aquellos que les rodean,
  • tienen dificultades para expresar sus emociones

¿Qué tipos de Termómetros de las Emociones podemos encontrar?

Internet tiene una gran variedad de recursos gratuítos. Simplemente tendreís que decidir si preferís utilizar:

  • «emoticones»
  • caras reales
  • dibujos, o
  • elaborar nuestra propia escala .

El Termómetreemociones se trata de una escala visual de cinco niveles que utilizamos para graduar la intensidad de nuestras emociones.

IMAGEN DE UN TERMOMETRO DE LAS EMOCIONES

¿cómo Utilizar un Termómetro de las Emociones?

Utilzar un termómetro de las emociones no consiste simplemente en ponerlo delante de vuestro hijo y pedirle que os explique cómo se siente. Hay una serie de pasos previos que necesitamos dar para que este ejercicio de los frutos que deseamos. Los siguientes consejos pueden ayudarnos a sacar el máximo beneficio de nuestra escala visual:

Comenta cada imagen con tu hijo/alumno. Etiqueta y describe la emoción que representa esa imagen

¿Qué representa cada imagen? ¿Cómo me siento cuando experimento ese sentimiento? ¿Cómo cambia mi cuerpo? ¿Cómo lo exteriorizo o expreso?


¿Cómo me siento en cada nivel y en qué se nota?

  • Emoticón con una gran sonrisa (nivel 1):  representa la felicidad, estar contento. Me va genial y lo noto porque sonrío o suelto carcajadas.

  • Emoticón plácido, con una cara algo más neutra (nivel 2): todavía me siento bien. Estoy cómodo, nada me molesta. Igual no me carcajeo como antes, pero sigo sintiéndome bien.
  • Emoticón con una cara enfadada/enojada (nivel 3): algo ocurre que me está molestando.  No me siento bien. Comienzo a sentirme enfadado o enojado. Se nota por fuera porque frunzo el ceño y ya no me apetece sonreir. Me he puesto serio.
  • Emoticón con cara muy enfadada/enojada (nivel 4): Me siento realmente enfadado.  Grito. Es posible que diga cosas que no son agradables.
  • Emoticón con la cara más enojada/enfadada (nivel 5): ¡He perdido el control! Estoy SUPER enojado/enfadado. Chillo. A veces me hago daño a mi mismo o a los demás. Digo palabras feas. Puedo llegar a romper objetos. Lanzo juguetes.

Decide con el niño cual será vuestro «plan de acción contra la ira»

Un gran beneficio de esta herramienta es que proporciona una oportunidad inmejorable de trabajar en el desarrollo de habilidades de afrontamiento:

  • Habla con tu hijo o alumno sobre las actividades y estrategias que se pueden utilizar para gestionar sus emociones cuando esté en cada uno de los niveles de la escala que hemos mencionado
  • Practica cada estrategia seleccionada cuando el niño está calmado y feliz
  • ¡Repite, repite y repite la práctica! La repetición facilita que se automaticen las distintas estrategias. De esta forma será mucho más probable que las ponga en práctica cuando se encuentre enfado o ansioso.

Estos son algunos ejemplos de actividades para gestionar la ira y/o calmar la ansiedad en niños:

  • Ejercicios de respiración.un ejercicio de respiración sencillísimo y que funciona muy bien.
  • Cambiar de situación: abandonar el lugar donde se ha producido el episodio de ira y trasladarse físicamente (otro lugar) o cambiar de actividad.
  • Realizar ejercicio físico- «Quemar energías» (saltar, correr,…). La actividad física cambiará el foco de atención a una actividad no relacionada con la que provocó el enojo.
  • Expresar la emoción a través del dibujo o la escritura
  • Sustituir los malos pensamientos por otros buenos
  • Utilizar la imaginación. Imaginar un sitio tranquilo, imaginar que un escudo te protege de los malos pensamientos, imaginar que lanzas los pensamientos negativos y te deshaces de ellos.

Cómo te beneficia a TI/TU HIJO el uso de un Termómetro de las Emociones?


Beneficios que os puede proporcionar un termómetro de las emociones (desde la perspectiva del niño):

  • Una herramienta para expresar los sentimientos que de otra forma tendría dificultad en exteriorzar de forma adecuada
  • Posibilidad de graduar la intensidad de esos sentimientos, y de explicar cómo y por qué se ha ido desplazando a lo lago de la escala.
  • Puede convertirse en una «señal ambiental / del entorno» que identifica con la sensación de calma. Ve la escala y se siente mejor.

Consejos Adicionales para Crear y Utilizar un Termómetro de las Emociones

A estas alturas del artículo ya os habréis dado cuenta de que la escala visual en sí no es una herramienta complicada. Sin embargo, tened en cuenta los siguientes consejos para utilzarla correctamente:

  • Utilizad o cread un termómetro apropiado para el nivel de desarrollo de vuestro hijo. Si el niño está todavía aprendiendo a identificar emociones básicas, es posible que necesitéis empezar simplemente con una «cara contenta/ cara enfadada», o «cara contenta/cara triste» (dependiendo de qué emoción estéis trabajando)
  • Elegid imagenes que el niño disfrute, incluso pueden ser personajes de sus series favoritas.
  • Muy importante, recordad que lo importante no es lo bonito que os quede, sino su correcta utilización:
    • trabajad mucho la descripción y etiquetaje de las emociones
    • Haced «role-play» de las emociones que se describen (representadlas e incluso exageradlas para que se entiendan bien)
    • Colocad el termómetro de las emociones en un lugar a su alcance para que pueda acceder a él de forma independiente cuando sienta la necesidad de expresar sus emociones.

Otros Recursos para Trabajar la Expresión de las Emociones

Existen muchos otros recuersos si queréis trabajar las emociones en casa o en el colegio. Soy una gran fan de utilizar libros infantiles como vehículo para comenzar una conversación sobre temas que nos interesan. Aquí os dejo unos cuantos títulos para que evaluéis si os interesan:

  • Las Emociones de Nacho, que recoge situaciones de la vida diaria y emociones como la tristeza, le felicidad, el enfado y el miedo. Un buen libro para leerles a los niños a partir de los dos años.
  • Emocionario. Di lo que sientes. Es un gran recurso para que los niños aprendan a conocer y expresar las emociones. Es un libro del que podrán disfrutar durante años. Los más pequeños podrán empezar con la ayuda de un adulto a explorar las emociones más sencillas (vergüenza, ternura, odio, aburrimiento, felicidad). Pero es un libro con el que podrán crecer y los niños de 10-12 años también podrán explorar nuevas emociones.
  • El Monstruo de los Colores. Una bonita y sencilla historia para comenzar a explorar las emociones. Siempre incluyo este libro porque lo hemos leidos «miles» de veces. Es un libro para los más pequeños y los dibujos son preciosos.

Espero que hayáis encontrado este artículo interesante, y que el termómetro de las emociones os resulte tan útil como a nosotros.

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