pub-6767527115832679 Psicología y su aprendizaje.

Psicología y su aprendizaje.

                    Bienvenidos a mí blog.
https://psicologialicjessyduarte.blogspot.com/2020/04/bienvenidos-psicologia-su-aprendizaje.html

Qué es la psicología?


no es tan simple como podría pensarse.
La mayoría de los psicólogos contemporáneos estarían de acuerdo en que la psicolo-
gía es la ciencia de la conducta y los procesos mentales.1 Pero esta definición general
no refleja la amplitud, profundidad o lo apasionante del campo. Los psicólogos pre-
tenden explicar cómo percibimos, aprendemos, recordamos, resolvemos problemas,
nos comunicamos, sentimos y nos relacionamos con otras personas, desde el naci-
miento hasta la muerte, en relaciones íntimas y en grupos. Intentan entender, medir y
explicar la naturaleza de la inteligencia, la motivación y la personalidad, así como las
diferencias individuales y de grupo. Los psicólogos pueden concentrarse en las pertur-
baciones mentales y emocionales, los problemas personales y sociales, la psicoterapia,
o en mejorar la moral y las relaciones del grupo.
Al final del siglo XX, la psicología se expandió considerablemente. Surgieron nue-
vas tecnologías de investigación, nuevos campos de indagación y nuevos enfoques del
estudio de la conducta y los procesos mentales. Esos avances dieron lugar a una mayor
especialización dentro de la psicología, a una creciente colaboración con otras ciencias
y al equivalente académico de una crisis de identidad. Como resultado, la psicología se
redefine de manera continua (Evans, 1999). Quizá la mejor manera de introducción. 

La psicología como ciencia
Anteriormente definimos a la psicología como la ciencia de la conducta y los procesos
mentales. La palabra clave en esta definición es ciencia. Los psicólogos confían en el
método científico cuando tratan de responder preguntas. Obtienen datos a partir de
la observación cuidadosa y sistemática; desarrollan teorías que intentan explicar lo que
han observado; hacen nuevas predicciones basadas en esas teorías y luego prueban sis-
temáticamente tales predicciones a través de observaciones adicionales y experimentos
para determinar si son correctas. De esta forma, al igual que todos los científicos, los
psicólogos usan el método científico para describir, entender, predecir y, a la larga, obtener cierto grado de control sobre lo que estudian. (El método científico no sólo es para científicos; vea Aplicación de la psicología; Pensamiento crítico: Un beneficio adicional de para estudiar psicología.)

Por ejemplo, considere el tema de los varones, las mujeres y la agresión. Muchas
personas creen que los varones son naturalmente más agresivos que las mujeres. Otras
afirman que los niños aprenden a ser agresivos porque nuestra sociedad y cultura los
alienta —y de hecho les exige— a ser combativos e incluso violentos. ¿Cómo aborda-
rían los psicólogos este tema? En primer lugar, tratarían de averiguar si los hombres y
las mujeres en realidad difieren en la conducta agresiva. Varias investigaciones han
abordado esta cuestión y la evidencia parece concluyente: los varones son más agresivos
que las mujeres, sobre todo cuando hablamos de agresión física (Knight, Fabes y Hig-
gins, 1996; Wright, 1994). Es posible que las niñas y las mujeres hagan comentarios
desagradables o griten, pero es mucho más probable que los niños y los hombres pe-
leen. Luego de establecer que existen diferencias sexuales en la agresión física y de haber
descrito esas diferencias, el siguiente paso es explicarlas. Varias explicaciones son posi-
bles. Los psicofisiólogos probablemente atribuirían esas diferencias a la genética o la
química corporal; los psicólogos del desarrollo pueden considerar las formas en que se
enseña a un niño a comportarse “como un varón” o “como una niña”; y los psicólogos
sociales pueden explicar las diferencias en términos de normas culturales, las cuales
requieren que los varones “se defiendan solos” y enseñan que la agresión física no es
“femenina”.
Cada una de esas explicaciones se presenta como una teoría acerca de las causas de
las diferencias sexuales en la agresión; cada una intenta extraer unos cuantos principios
a partir de un gran número de hechos. Y cada teoría nos permite generar nuevas hipó-
tesis, o predicciones, acerca del fenómeno en cuestión. Si las diferencias de género en
la agresión se deben a que los hombres tienen niveles más altos de testosterona que las
mujeres, entonces podríamos predecir que los hombres extremadamente violentos de-
ben tener niveles más altos de testosterona que los hombres que por lo general no son

violentos. Si las diferencias sexuales en la agresión surgen de la educación temprana,
entonces podríamos predecir que deben existir menos diferencias sexuales en la agre-
sión en las familias donde los padres no enfatizan las diferencias de género. Por último, si
las diferencias sexuales en la agresión reflejan normas culturales, entonces podríamos
predecir que las diferencias deberían ser pequeñas en las sociedades que no prohíben
que las niñas y las mujeres peleen o en las que consideran que la agresión física es anor-
mal e inadecuada para ambos sexos.
Cada una de esas predicciones o hipótesis pueden someterse a prueba a través de la
investigación, y los resultados deberían indicar si una teoría es mejor que otra para ex-
plicar los hechos conocidos y predecir nuevos hechos. Si la evidencia empírica apoya
una o más de las teorías, debería ser posible controlar la conducta agresiva en un gra-
do mayor de lo que era antes. Por ejemplo, si las normas culturales forman parte de la
razón de las diferencias en la agresión, entonces esas diferencias deberían ser menores
en situaciones en que los individuos no sientan que están siendo evaluados en térmi-
nos de su masculinidad o feminidad. Un equipo de investigación probó esta hipótesis
con un juego de guerra en una computadora (Lightdale y Prentice, 1994). Cuando el
investigador presentaba a los participantes de tal forma que era evidente quién era
hombre o mujer, las mujeres jugaban de manera menos agresiva que los hombres; sin
embargo, cuando se decía que los participantes eran anónimos tanto para los investi-
gadores como para los otros contrincantes, las mujeres jugaban de manera tan agresiva
Psicología clínica y consejería Cuando se le pide que describa a un “psicólogo”,
mucha gente piensa en un terapeuta que ve a pacientes (o “clientes”) en su consulto-
rio, una clínica o un hospital. Esta idea popular es en parte correcta. Casi la mitad de
todos los psicólogos se especializa en psicología clínica o consejería. Los psicólogos clínicos
se interesan fundamentalmente en el diagnóstico, causa y tratamiento de los trastor-
nos psicológicos. Los psicólogos consejeros se interesan principalmente en los problemas
“normales” de ajuste que la mayoría de nosotros enfrenta en algún momento, como la
elección de una carrera o los problemas conyugales. Los psicólogos clínicos y los conse-
jeros a menudo dividen su tiempo entre atender a pacientes y realizar investigación
sobre las causas de los trastornos psicológicos y la efectividad de diferentes tipos de
psicoterapia y consejería.



Publicar un comentario

0 Comentarios